mañana rindo un final que no sólo no es el último, sino que es el primero.
pero el hecho es que una yuxtaposición de eventos hicieron que hoy fuera un día para sentirse de vacaciones.
empecé quedándome dormido. una hora de más. desayuné. me bañé. me afeité no muy rigurosamente y llegué sólo quince minutos tarde. fue un negoción.
lo primero que hice cuando me subí al colectivo después de veinte minutos de intensa actividad -esa intensa actividad muy propia de quedarse dormido y estar llegando tarde- fue escuchar esta canción:
la clase de computación fue muuuy relajada.
[les dejé un trabajo que en realidad era una prueba para ver si había logrado transmitir un nivel de abstracción mayor al que la currícula estipula. bueno, no. me doy cuenta de que me cuesta mucho establecer y transmitir niveles de abstracción más allá de lo concreto. hace años que mi cabeza tuvo que alcanzar las estratósferas de abstracción para sobrevivir a la jungla matemática de la ingeniería y entonces pierdo la visión clara de si me estoy haciendo entender o no. cosa a mejorar.
en concreto, les pedí que hicieran una tabla en excel que calculara cosas con varias funciones, pero sin darles datos, o sea, yo quería la tabla funcionando de forma tal que al ponerle los datos, me calculara cosas. el no tener ahí presentes los números con los que tenían que trabajar desequilibró todo. claramente la falencia fue mía porque nadie lo pudo hacer y algunos manejan con excel con soltura.]
el hecho es que mientras hacían eso, yo me puse a jugar con el cubo mágico. la misión es aprender a hacerlo sin el paso a paso literal, sino más bien entendiendo la lógica de funcionamiento.
el viernes es la última clase del cuatrimestre de informática y, por ende, la última de este curso. me gustaría poder explicarles bien lo del excel, pero sería bastante gorra de mi parte. mejor si llevo coca y chizitos y los dejo salir antes.
después de computación, me fui a caminar. con rumbo fijo, pero a caminar al fin. paseé durante 45 minutos. musiquita, solcito...
caminar es eso que hace que buenos aires me guste mucho, que no me oprima. poder ir caminando y no en subte apretado hace que la percepción de la ciudad sea completamente distinta. hace que sea la percepción que uno tiene cuando está de vacaciones.
fui(mos) a starbucks a estudiar porque parece que en la biblioteca pegó la ola polar a pleno.
a destacar: las cuatro horas que estuvimos ahí estuvieron pasando a hancock como música de fondo.
después nos fuimos a pasear porque ya no pintaba más la químicatermodinámica.
y dio la casualidad de que pasamos por el campo de deportes y oh, ¡pajaritos!
sin apuro, charlando, pajaritos = vacaciones.
seguí luego la caminata por mi parte y fui a buscar a fede el cumpleañero a la salida de su trabajo.
sus alumnas le llevaron empanadas por el fin de clases. impresionantes. voy a soñar con esas empanadas.
después de la fugazzeta rellena, fede dijo que quería caminar. bingo.
salimos para el lado de recoleta a mirar otros mundos y charlar de otras vidas.
es algo muy muy especial eso de tener la posibilidad de charlar durante muchas horas con un amigo de toda la vida al que no ves tan seguido. está el desparpajo y la naturalidad para hablar con soltura y a la vez la discontinuidad que hace que todas las conversaciones sean nuevas.
caminamos caminamos, pasamos por chocolate profundo y calafate con leche de ovejas y llegamos a carranza donde él se tomó el tren.
volví a mi casa caminando por el camino del bondi que finalmente vino ya bastante cerca de mi casa, pero no tan cerca como para no tomarlo.
¿eso no es de vacaciones?
plus one vacaciones: fede quizás viene a tailandia.
plus dos vacaciones: parece que todavía hay chances de ir con el mocase. ah, nunca dije nada de eso. lo dejo para la próxima.
puse en un mapita mi caminata para los estadistas.
como fue de vacaciones, fue un gran día.
encima mañana es miércoles, se acaba la semana.
a dormir.
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